«Había una vez un hombre y una mujer nacidos en las frías tierras de Alaska que se atrevieron a desafiar las leyes de la tribu y dejaron a su gente para ir a conocer ese mundo que estaba más allá de la nieve y el hielo».
Ningún cuento es igual que aquel que escuchamos con atención de alguien que nos lo quiere contar. Velma Wallis creció cazando y pescando en una comunidad athabaskan gwich’in de Alaska, entre 650 personas y a la que sólo se accede por aire, agua o en trineo.
Los narradores de su pueblo fueron y son fundamentales para perpetuar historias de generación en generación. Ella es nuestra cuentacuentos: su voz parece salirse de las páginas en Tras el sol, un libro casi oral que merece ser «escuchado».
TRAS EL SOL – VELMA WALLIS
Según una leyenda gwich’in, Daagoo creció hechizado por la Tierra de Sol: un lugar donde la luz siempre brillaba. Su pueblo, nómades del interior de Alaska, vivían los feroces inviernos en absoluta oscuridad. Esperaban -como todos los hombres del campamento- que Daagoo se convirtiese en un hábil cazador.
Pero él solo pensaba en ese sol que nunca se ocultaba. Y un día emprendió su viaje tras él. Dándole la espalda a las advertencias de su pueblo -nadie subsistía en esas latitudes, solo- y a los castigos por desobediencia, partió hacia el Sur.
En la misma región, en otro campamento gwich’in, crecía Jutthunvaa’ (Niña Pájaro). Su destino era casarse y colaborar en las tareas cotidianas de la tribu. Hermana de tres varones, aprendió a cazar con rapidez. Superaba en destreza a varios hombres. Y era su pasión. Hasta que el Jefe decretó su matrimonio. Horrorizada por perder su libertad, huyó hacia el Norte.
La travesía de los protagonistas -por años, con felicidad y con dolor- y la suerte de cada uno de ellos es la historia de este libro. Dos leyendas que la autora -descendiente gwich’in- escuchó de su madre.
-AGUSTINA MATHUS
Hay historias para ser leídas y hay historias para ser contadas. Wallis la escribió como la escuchó: para ser contada. Como toda cuentacuentos, la magia de Velma Wallis está en el relato. Resulta emocionante saber cómo pudo plasmarla; una abuela cuidando nietos, un Centro Educativo Rural que le prestó papel y ordenador y seres cercanos que la ayudaron con el lenguaje escrito.
Es muy enriquecedor conocer comunidades que, tal vez, nos sean absolutamente ajenas, sobre las cuales es muy difícil acceder a información y sobre las que tenemos mucho que aprender, vivamos donde vivamos. No importa que Daagoo y Niña Pájaro hayan perseguido sus sueños en los confines del mundo hace miles de años, ni siquiera importa si es verdad: hay mensajes que son universales y no perecen.
En Alaska han vivido muchas tribus de esquimales: los athabaskan y los inuit aún siguen ocupando territorios de Estados Unidos y Canadá, sin la belicosidad de otros tiempos, sobreviviendo a las duras condiciones del Ártico e intentando no perder ni su identidad ni su lenguaje.
Gracias a haber sido publicadas, las leyendas de la Niña Pájaro y del Niño que Siguió al Sol atravesaron el planeta hasta nosotros. Velma Wallis nos transmite una cultura ancestral con un lenguaje sencillo y un mensaje que supera fronteras: tener el coraje de romper estructuras impuestas.

Tras el sol es un viaje fascinante por la tierra de los indios nativos de Alaska y sus costumbres. Su subsistencia dependía de las estaciones y de las migraciones de animales, que eran su brújula y su norte. Pero por sobre todo, del trabajo colectivo.
PÁGINAS PARA CONOCER SOBRE LOS GWICH’IN EN LA ACTUALIDAD
⇒ MUSEO CANADIENSE DE HISTORIA
⇒ GWICH’IN COUNCIL
En la sociedad actual moderna, del famoso co-working y pese a la globalización, la individualidad supera a la cooperación. Repensar los valores que sostuvieron a los seres humanos en las situaciones más adversas puede ayudarnos a empatizar y a acercarnos. De manera muy simplificada, en definitiva, el mundo se trata de un gran grupo de personas separadas geográficamente y que se necesitan mutuamente.
ALASKA Y SU NATURALEZA SALVAJE
Este territorio norteamericano no es para cualquiera. Viajeros -no turistas- dispuestos a enfrentar la naturaleza salvaje, recorrer carreteras y antiguas vías de tren o las frías costas, con una belleza impactante, vean nuestras fotos y recomendaciones en este post: Alaska, naturaleza salvaje
LEYENDAS
Las Top Floor Taivers cantan una antigua leyenda sobre un forajido que se atrevió a cazar en tierras del rey. La balada escocesa Johnnie O’ Braidieslee es preciosa. Les dejo el post.
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