El abuelo que saltó por la ventana y se largó

Un grupo atípico: Allan, el abuelo que saltó por la ventana y se largó del geriátrico, un ladrón de poca monta, un vendedor de salchichas, una pelirroja malhablada y una elefanta se aventuran por un camino tan inverosímil como hilarante. Allan está acostumbrado…

El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson, un libro delirante que recorre hechos que cambiaron al mundo donde nuestro querido protagonista es especialista en decir presente.

Allan Karlsson por 100 años ha tomado las cosas como vienen. Sin alarmarse ni perturbarse y sin dejar que la monotonía lo alcance por un segundo. La novela cuenta todas sus vidas, muchas en una sola. Demasiadas para un mortal cualquiera. Pero Allan nada tiene de corriente.

EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGÓ – JONAS JONASSON

Allan Karlsson nunca había dedicado tiempo a pensar las cosas antes de hacerlas.

Un simpático protagonista. Cara imperturbable, tono monocorde, exceso de inocencia y cierto sentido de la lógica. Y un chiflado con fascinación por los explosivos. Un tipo apolítico al que nunca le ha interesado pertenecer a ningún bando pero que termina involucrado, sin proponérselo, con los nombres y acontecimientos más resonantes del siglo XX y torciendo en cierto modo el destino del mundo.

El abuelo que saltó por la ventana pelicula — Película

El abuelo que volvió para salvar el mundo — Secuela

Resultado: una insólita historia de vida –ayudada por inusuales hechos fortuitos–. Pero las cosas como son. Lema de Allan.

Ve con cuidado cuando retas a un sueco a beber si no eres finlandés o al menos ruso. Allan jamás se pierde una copita.

En España, se emborracha con Franco y en Estados Unidos, ayuda a Oppenheimer a desarrollar la bomba atómica y a Harry Truman a casi detener el comunismo de Mao.

Irán, China, el Himalaya, la URSS, Corea… siempre en el lugar preciso y armando enredo al final del día. Las cosas como son. Muchos años vividos intensamente.

El abuelo que saltó por la ventana y se largó: humor sueco y un hombre que deja a líderes como ridículos personajes secundarios de una novela que me sacó risas y sonrisas.

-MALENA FERNÁNDEZ

JONAS JONASSON

«En El abuelo que saltó por la ventana incluí unas páginas que recordaban a los lectores que el siglo XX había sido tan trágico…

(…) El humor no es la solución, el mundo es una porquería a pesar de que seamos personas graciosas. La relación es la contraria: porque el mundo es una porquería inventamos el humor, para consolarnos».¹