¿Cuántas Habanas existen? Mítica, la capital de Cuba se multiplica tantas veces como la visitemos, la leamos y la escuchemos.
Las noventa Habanas, de Dainerys Machado Vento, amplifica la ciudad del Caribe no sólo porque hablan niñas, esposas, amantes, adolescentes y sobrevivientes aquí y allá en sus relatos; sino porque necesitamos otras miradas sobre Cuba, y la propia Dainerys encarna un personaje capaz de responder nuevas preguntas.
LAS NOVENTA HABANAS – DAINERYS MACHADO VENTO
¿Cómo es vivir en una isla? ¿Cómo era La Habana del Periodo Especial? ¿Quiénes habitaban esa Cuba? ¿Qué tienen para decir una niña con hambre y su abuela borracha, una adolescente miope y curiosa, una esposa lujuriosa y un grupo de vecinos vigilados? Las islas generan micromundos…

A Dainerys Machado Vento le importa lo que se está diciendo de Cuba. Creció con ingenuidad en los 90, una época de carencias materiales y humanas en su país. Si Marcial Gala relata este tiempo desde el adulto que fue; Dainerys lo hace como la niña que aprendió, como todos, a sobrevivir.
En Las noventa Habanas hay envidia desde la escuela; ilusiones, hambre y vigilancia; así como humanidad y experiencias de libertad para con el cuerpo y el sexo que se esfuman en sociedades puritanas.
«En un país donde el gobierno ha prohibido muchas cosas y el pueblo ha aprendido a vivir vigilándose uno al otro, preocupado aún por lo que piensa el vecino, el sexo es una de las pocas cosas que no está mal vista».*
Para conocer en vivo y en directo el pensamiento de esta escritora, les recomiendo esta entrevista.
Lo interesante de esta escritora: su juventud –nació en el 86’– y su frescura, capaces de mostrarnos otra cara –otras, 90 y más– de Cuba, goza de posibilidades de expresión que no existían en la generación anterior y es voz de mujer.
M. V. habla con picardía y con ingenio de desarraigo, de erotismo abundante y de ausencia de sexo; de suegras insoportables; de barrigas que gruñen, de música y de chiquillas odiosas. Vamos, que eso también está en el pulso de Cuba. No creamos que todo es Revolución y un catálogo turístico.
Cada espacio crea su propio lenguaje y sus historias. Los 19 cuentos de Dainerys comienzan con un relato chiquito, individual, y se cierran en un barrio donde espiamos la casa de cada vecino; ellos son los que hablan. Las noventa Habanas madura a lo largo de las páginas, como sus personajes, como la ciudad.
-MALENA FERNÁNDEZ

LAS NOVENTA HABANAS – GPS
- Sección: PAPEL CARIBE | ISLAS
- Dónde y cuándo: en La Habana, Cuba, Antillas; de los 90. Y en EE. UU.
- Autor: Dainerys Machado Vento
- Año de publicación: 2019 (Katakana Editores).
- Páginas: 130
- TEMAS: niñez y adolescencia; vida en Cuba; Periodo Especial de Cuba; vínculos familiares en Cuba; amor, desamor, infidelidad; relación con el propio cuerpo; LGBTIQ; sexo; migración y desarraigo; hambre y carencias; literatura cubana, literatura latinoamericana, literatura americana, literatura de mujeres, literatura antillana, literatura del Caribe, Caribe, cuentos y relatos.

«Solo en Cuba y en Estados Unidos hay que elegir ser revolucionario o anticomunista. En el resto del mundo, como en México, un cubano puede admirar el proyecto educativo original de la Revolución, pero criticar al gobierno. Creo que solo desde esos puntos medios se puede comprender realmente que existen muchas Cubas y que algunas de ellas deberían ser salvadas».*
LA HABANA Y EL BAILE
El City Hall de uno de los cuentos supo ser cine, con el tiempo se deterioró. Cada barrio de La Habana tiene cines y teatros, algunos hoy se dedican a otras actividades. En el centro, El Vedado, se baila en el Salón de Calzada del Cerro y Peñón, como pueden ver en el video: último fin de año antes de la pandemia. (Cortesía de mi querida amiga Nieves Sánchez.).
4 MUJERES, 4 GENERACIONES; 4 PAÍSES, 4 PECADOS CAPITALES
- La valentía de la haitiana Marie Vieux-Chauvet durante la dictadura;
- la rabia de Jamaica Kincaid en Antigua y Barbuda,
- la lujuria precoz de la guyana Oonya Kempadoo
- y el humor de la cubana Dainerys Machado Vento.
El Caribe, por mujeres.
EL SOL DE CUBA
«La costa sur de la Florida es un lugar muy raro. Regala los atardeceres anaranjados más hermosos del mundo, pero como está atravesada en el Atlántico, no se dibuja en ella la silueta del sol para tocar el horizonte. Quizás por eso aquí [Miami] los migrantes cubanos nunca se curan de sus fantasmas de Cuba. Porque a la copia de su país en la que han convertido la ciudad, le sigue faltando la figura del sol estoico que se funde cada tarde en el mar». («Quédate«, en Las noventa Habanas).
En Botsuana, un país desértico, el sol es la presencia más constante, a él puedes contarle cualquier cosa. ¿Cómo es el sol en Cuba? Los atardeceres en Miami son «raros», les falta sol. Añorar el sol [y el mar] es añorar Cuba. La geografía afecta el carácter de las personas.
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