Las estaciones, dice Aki Shimazaki, son tan definidas en Japón que, para conocer verdaderamente el país, hay que experimentar las cuatro. La primavera explota cuando cerezos y ciruelos florecen a fin de marzo. La primavera de Yokomitsu llega sin colores en un carro tirado por caballos.
La primavera llegó en un carro tirado por caballos, para buscadores de literatura japonesa poco difundida. Riichi Yokomitsu formó parte de un grupo de intelectuales japoneses del periodo entreguerras (años 20 y 30) que lo consideraron una figura divina. Con el tiempo, quedó en el olvido. En la actualidad se lee poco y esta es su primera publicación en español exceptuando una fugaz aparición en la revista Sur. ¿Cómo resurgió? Por un hallazgo.
La presentación del ignoto Yokomitsu comienza por Yasunari Kawabata, íntimo amigo y compañero de La Escuela de Nuevas Sensaciones, y también termina en él. El Nobel de Literatura le dedicó una conmovedora despedida en su funeral:
No sé qué será de tu alma ahora que has muerto, pero tu literatura vivirá por siempre.
LA PRIMAVERA LLEGÓ EN UN CARRO TIRADO POR CABALLOS – RIICHI YOKOMITSU
Doce actores se fugan insólitamente cuando el Director los abandona sin dinero| En una fábrica, los empleados se atacan entre sí | Un hombre cuida a su esposa moribunda entre el amor y el hastío | Un mosca y cinco pasajeros viajan en carreta | Un tío se enamora de su sobrina bebé.
Cinco relatos del escritor Riichi Yokomitsu -datan de un siglo- conforman el libro La primavera llegó en un carro tirado por caballos.
Los cuentos, de épocas diferentes, varían entre un kafkiano pueblo del interior del Japón o un proletario que sufre las consecuencias de la Revolución Industrial en su cuerpo y en su mente.
Yokomitsu narra a veces con verborragia, a veces en cámara lenta, desde afuera o desde adentro. ¿Qué tienen en común las historias? El final aparentemente inacabado. Existe un último silencio que tiene el mismo efecto que bajarle el volumen a una película justo en el desenlace.
Lo no dicho siempre equivale a un dolor que Yokomitsu consideró innecesario explicar o, como apunta el director de la Editorial: «el arte de narrar en voz baja».
—No me importaría morir ahora mismo, pero antes de morir quiero devolverte algo de todo lo que hiciste en este tiempo.
—¿Y qué me darías, si pudieras devolverme algo?
—Bueno, primero te cuidaría.. .
En todo caso, habrá que contextualizar (se agradece el análisis del prólogo) a Yokomitsu dentro de una corriente de escritores experimentales influenciados por el cine y motivados por impregnar las páginas con lo visual, lo olfativo y lo auditivo.

Una panza que gruñe de hambre, un carreta que traquetea peligrosamente en el ripio; vapores tóxicos que afectan la vista y el sentido común; un beso que huele a leche materna.
Buscadores de literatura japonesa, La primavera llegó en un carro tirado por caballos vale la pena.
-MALENA FERNÁNDEZ

LA PRIMAVERA – GPS
- Sección: ISLAS | VULNERABLES
- Dónde y cuándo: años 20 y 30, en pueblos de Japón.
- Autor: Riichi Yokomitsu
- Páginas: 130
- Año de publicación: periodo de entreguerras (original, en revistas japonesas); 2019 (español)
- TEMAS / TAGS: cuentos y relatos,amor, la muerte, monólogo interior, literatura proletaria, proletariado, personajes perversos; pequeños destinos, arte, literatura japonesa; literatura asiática, literatura proletaria, proletariado, Asia Oriental

«No hay cimbronazos en estas historias. Si pensamos en Kawabata o Yokomitsu, lo que vas a encontrar es la ausencia, lo elusivo. Lo dicho a media voz. (…) Ahora, eso apenas sugerido en estos autores es terrible, no tiene que ver con algo intrascendente e insignificante.
La voz es cuidada porque te están contando algo que nos va a golpear. Pero ese golpe viene a partir de esa sutileza y de esa sugerencia. En eso creo yo que radica el verdadero arte y el talento de estos narradores”.*

LIBROS EN JAPÓN: LA PRIMAVERA LLEGÓ EN UN CARRO
Los japoneses tienen un vínculo muy íntimo con la naturaleza. En primavera, el tradicional hanami (observar los cerezos florecidos) saca a todo el mundo a parques y jardines. En Tokio, puede que sea necesario «reservar» un espacio al aire libre desde temprano.
Pero el placer de disfrutar los sakuras no acaba de día; de noche, convertidos en yozakuras, son un bellísimo espectáculo. El barrio Nakameguro con los árboles iluminados a ambos lados de los canales siempre es un mágico plan por quince efímeros días.

Si podemos leer a Yokomitsu, se lo debemos a También el caracol. La tapa, el análisis necesario, la traducción (eligieron la variante rioplantense) y la conservación de los kanji: todos tesoritos.
MÁS LITERATURA DE VANGUARDIA
Como Riichi Yokomitsu, que circuló en un ambiente de artistas vanguardistas y cineastas (el mismo Kawabata), existen otros escritores atrapados por ese mundo: el islandés Sjón tuvo su época con Lars Von Triers y Björk, al revés, el director serbio Emir Kusturica exploró la palabra impresa con su libro Forastero en el matrimonio.
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