Escrita en la cocina de Pablo Neruda en Buenos Aires, tras un desengaño amoroso que terminaría en un intento de asesinato, una nouvelle transgresora en el mundo que le tocó. Un autora surrealista, en la vida y en los libros. Una heroína que, según John Huston, le calzaba a Marilyn Monroe.
La última niebla, de María Luisa Bombal, su primera novela. Publicada en la Editorial de Oliverio Girondo en 1934, habla de una mujer deseante, sexualizada, apasionada, en un matrimonio infeliz.
Por primera vez, una escritora latinoamericana describe el acto sexual; y lo hace desde la perspectiva femenina. Un nouvelle que no puede escindirse de su época y de las experiencias de la autora y quecasi termina en Marilyn Monroe.
LA ÚLTIMA NIEBLA – MARÍA LUISA BOMBAL
Trama de La última niebla: sencilla. Una protagonista sin nombre, una casa de campo, un matrimonio desdichado, sola, aislada, una cotidianidad apática y asfixiante. Una onírica noche duerme con un amante, un desconocido que surge en una plaza entre la niebla. El recuerdo perdura en ella el resto de su vida. La narración corre entre lo real y lo irreal. Surrealista.
La amortajada y La última niebla son las dos únicas y breves novelas de María Luisa Bombal en español. Juntas suman algo más de 100 páginas.
¿Por qué leer a esta autora chilena? Por ser una adelantada en temáticas feministas de las que recién hoy comenzamos a discutir; por inspirar el Pedro Páramo de Juan Rulfo y al realismo mágico del boom que vendría después.
Bombal no se consideraba feminista, ni le interesaba participar en el movimiento: para ella, su inspiración era el hombre. Lo que tal vez no sabía es qué la inspiraba del hombre. Lewin en el rol de Bombal en el film homónimo.
¿Más razones? Rompió estándares sociales en un mundo de hombres que la consideraron «genial». Fue respetada profesionalmente por sus pares: Neruda, García Lorca, Borges, Victoria Ocampo, Gabriela Mistral. Algo tenía la Bombal…
TRANSGRESIONES DE LA ÚLTIMA NIEBLA: ANÁLISIS
La infidelidad, sin culpa ni arrepentimiento
El orgasmo y el deseo femeninos. El encuentro con el amante la hará desfallecer de placer. No sugiere: cuenta cómo y por qué. Detalles.
Estanques, niebla, campo: ambientación común de las novelas. Escena de la película Bombal. Fotograma de Bombal.
La maternidad, el ángel del hogar, la muñequita de Ibsen. La dama burguesa jamás plantea necesidad de hijos ni frustración por no tenerlos. Tampoco pretende cumplir el rol de buena esposa ante su despreciable marido.
Hablar de ‘deseo’ más que de ‘amor’ excede por completo una época en que se transitaba lentamente del matrimonio por obligación al matrimonio por amor. Aunque la protagonista no se desvía del prototipo de los años 30 –sensible, soñadora; y casada–, estamos ante una mujer con apetito sexual –por un recuerdo, una ensoñación o una fantasía– y que se «enamora» de un extraño que la satisface entre sábanas. No hay romance.
María Luisa Bombal describe en La última niebla, por primera vez en la literatura latinoamericana, el acto sexual y el orgasmo femeninos. 1934. Sin precedentes.
Primeros orgasmos y desnudos femeninos que llegaron juntos: en la literatura latinoamericana, Bombal (1934); en el cine, Éxtasis (1933); la famosa película checoeslovacaprotagonizada por Heidi Lammar. Varios puntos en común: mujeres casadas, infelices, satisfechas por un amante, desnudos en lagos…
La escritora subvierte el paradigma machista: es el cuerpo masculino, y no el femenino, objeto de deseo. El hombre, en el relato, es una excusa para el autoplacer; el de ellos no interesa. Su posición inconsciente, alineada con la de Victoria Ocampo, es que la mujer hable por sí misma de sí misma; y de los hombres. Un narcisismo necesario y vanguardista.
-MALENA FERNÁNDEZ
MARÍA LUISA BOMBAL Y LA ÚLTIMA NIEBLA
¿Quién fue la mítica María Luisa Bombal? Amante violenta, esposa dos veces, amiga de todos los grandes intelectuales de su tiempo, pasó por Hollywood. Una vida intensa. Una obra corta y contundente.
«¿Detestada por todos? No sé qué tan así sea. Bombal siempre ha marcado la diferencia en las mujeres chilenas por su comportamiento y, a pesar de ser marginada, tanto en el ámbito de la literatura como en la sociedad en sí, ha sabido dejar huella alguna. Hay muchas formas de comprenderla. La Bombal siempre ha estado presente de alguna u otra forma.
Es una figura representativa de todas esas mujeres [las «detestadas»]. Debemos recordar que esas mujeres poseían un carácter lo suficientemente fuertes para enfrentar a la sociedad».
Año de publicación: 1934 (Ed. Colombo, de Oliverio Girondo y Norah Lange). Las Obras completas de Zig-Zag (2005) es una edición fantástica: novelas, cuentos, entrevistas, cartas. El análisis de Lucía Guerra, espectacular; prólogo de Borges.
Bombal tuvo varias nieblas, literarias y personales. La última niebla –marcada por el primer y no correspondido amor de una María Luisa veinteañera– fue escrita en Buenos Aires, de noche, en la cocina de Pablo Neruda cuando la autora había sobrevivido a la muerte.
La amortajada (1936) y La última niebla (1934) son indisolubles del vínculo de María Luisa Bombal con su amante, Eulogio Sánchez –ni separados logró nunca desprenderse– y de dos hechos dramáticos.
En 1931, Bombal intentó suicidarse en la casa de él (se pegó un tiro) y, en 1941, intentó asesinarlo en plena calle del centro de Santiago, tras años sin verlo. Le disparó tres veces. Fue a la cárcel. La absolvieron.
«Cada uno lleva en el fondo de su alma una tragedia que se empeña en ocultar al mundo. Y esa tragedia íntima desbarata las energías y produce en el espíritu un estado constante de alarma. Tal es la tragedia de las almas nobles. La tragedia que deviene en violencia no es tragedia: es un simple «hecho de policía».» (M. L. Bombal, entrevistada en 1939 por La Nación)
Si la niebla vuelve borrosas las experiencias y la memoria; tal vez la vaguedad las convierta en inimputables.
Tras la «etapa Eulogio Sánchez», María Luisa se casó con un conde y se fue a vivir por 30 años a Estados Unidos. Hollywood le echó el ojo a La última niebla. Pero le pidieron una reversión, ¿soñó o no soñó? Y nació House of Mist.
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