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Space Invaders

Space Invaders Nona Fernandez

El orden de los factores no altera el producto: 1° teatro, 2° libro.

Recordar la infancia, la adolescencia y la escuela militarizadas. Crecer en la dictadura de Pinochet y reingresar a esa etapa con la conciencia actual: a los juegos y a los crímenes. Cuando los chicos asesinaban marcianos y el Estado asesinaba personas.

Space Invaders de Nona Fernández tiene el nombre de un videojuego ochentoso y una manera lúdica y dramática de tratar la dictadura chilena. Temática que Nona suele abordar con originalidad, explorando posibilidades como nadie. Una vanguardista popularmente accesible: no necesita subtitulados ni 100 años para comprenderse.

Videojuego «Space Invaders» de los 80, la generación de Nona creció con él.

SPACE INVADERS – NONA FERNÁNDEZ

Libro corto; muy Nona para los que conocen su obra; aunque siempre se las ingenia para que no se parezcan (Mapocho, La dimensión desconocida). 5 personajes sueñan, se desvelan, toman pastillas para dormir, sudan, se aterran. ¿Qué los persigue? Los años de colegio y el nombre de una niña que un día desapareció: Estrella González.

Space Invaders reúne los recuerdos y las pesadillas del sueño y la vigilia de excompañeros de Liceo. No existe un encuentro físico de los personajes. El libro es un fantástico juego ficticio y onírico de retazos de un pasado común.

MEMORIA COLECTIVA: LO TUYO, LO MÍO Y LO NUESTRO

La realidad compartida y la experiencia individual se confunden.

En el ejercicio amorfo y válido de tu recuerdo es también mi recuerdo; aunque yo lo recuerde distinto. Estábamos en la misma aula, el mismo día. ¿Qué hacíamos en la Marcha del Hambre, además de tener 12 años? se articula libremente la memoria colectiva, más que con los manuales de texto.

  • Jornadas de Protestas contra Pinochet en los 80. De la Primera Marcha del Hambre, en 1982, antesala de las que vendrían después, participan los protagonistas adolescentes de la novela. El recuerdo se les confunde con los riesgos.

El cruce –a veces coincidente, a veces no– va desbaratando la Historia oficial para intentar reconstruir otra. La tuya, la mía, la nuestra.

Los narradores infantiles que reviven traumas suelen asumir un rol naif, desde el cual relatan hechos confirmados. En Space Invaders lo ¿verídico? no importa, porque se trata de la memoria, sabemos lo creativa que puede ser, y de dejarla fluir sin lo que se le ha impuesto.

«¿Qué será de los niños que fuimos? Space Invaders se hace cargo invitándonos a soñar nuestros recuerdos y a recordar nuestros sueños. Lo hace sin pretender una imagen definitiva», explica tan perfectamente Jaime Pinos en el Epílogo.

Nona Fernández lleva a estos chicos de 10 o 15 años a un plano de conciencia sobre lo que pasaba alrededor, sobre qué hacían en tal o cual circunstancia, a antiguos detalles antes incuestionables o intrascendentes.

¿Qué es ser militante?

¿Qué es ‘meterse en política’? ¿Quién es el papá de Estrella, el carabinero? Tengo que hacer fila perfecta, cantar el himno, no esmaltarme las uñas y llevar el uniforme abrochado hasta el último botón.

Las dictaduras aplastan la conciencia, además de la vida. La generación que crio a las Nonas calló, por miedo o por dolor; también porque muchos apoyaron el regimen.

La autora batalla contra el silencio y el olvido. Para que los hijos de las Nonas sepan que, mientras ellas mataban marcianos en la Atari, los militares mataban a la gente. 

-MALENA FERNÁNDEZ


NONA FERNÁNDEZ Y SPACE INVADERS

Space Invaders pasó por el teatro. Nona guionó y actuó la obra (posterior al libro). Dirección: Marcelo Leonart. El oden de los factores no altera el producto. Con autorización de la propia Nona, primero teatro; después libro. Fanática: La dimensión desconocida, Mapocho y Space Invaders. ¿Sugerencia? ¡Leerlos todos!


LOS FANTASMAS DE NONA

Estrella González fue compañera de colegio de Nona Fernández. Un día, Nona adulta, pasó caminando por la antigua casa de la niña y algo se despertó; entendió que ahí había cosas que decir. Estrella aparece, secundariamente, en La dimensión desconocida. Su fantasma protagoniza Space Invaders y organiza la trama.

Al final, se entiende el peso de su (in)existencia en el libro, en un caso que sacudió a Chile (Degollados) y en la vida de la propia Fernández. Estrella González acecha en la obra de Nona –junto con la dictadura– expiando pecados ajenos y vehiculizando la recomposición de la verdad.

«La historia de Space Invaders es un archivo autobiográfico. Lo que se cuenta ahí es real. (…) Había algo interesante, cómo esa gran historia [la de Estrella González] ha golpeado, pasado o entrado a nuestras casas, nuestras vidas. La Historia no ocurre sólo en la calle, ocurre en nuestras casas, en nuestras vidas». (Entrevista de G. Bogolasky cuando se estrenó la adaptación teatral)

Los fantasmas de Nona, que habitan íntimamente en ella, se escapan hacia los lectores. Nos pertenecen a todos.

SPACE INVADERS EN TEATRO

Nona actúa de Fuenzalida en su propio guion de «Space Invaders» en el teatro (dirección Marcelo Leonart). Multifacética: papel, tablas y TV. La obra, las actuaciones y la puesta me encantaron; me quebré.

 

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