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Norma

Norma Sofi Oksanen

La Sisi de la película "Corsage".

Una peluquera se suicida en el metro de Helsinki. Una hija que padece una extraña afección en su cabello busca razones. Mafias de la maternidad y de la estética femenina. Cuando tras los anhelos y los ideales –impuestos– se sacrifica a otras mujeres.

Norma, de Sofi Oksanen, nació por el cuento «Rapunzel». Lo resignifica sin princesas: el lado B en la actualidad, negocios tras el consumo de pelo y la subrogación de vientres.

Investigación sin detectives de una muerte sospechosa, realismo mágico a la finlandesa y perspectiva de género. Una trama que devela víctimas mujeres en todo el mundo.

El tema literario, más que innovador: cabello, peluquerías y sus bambalinas.

En Helsinki hay una sola línea de metro. En la estación Sörnäinen, Norma pasa mucho tiempo recreando las últimas horas de vida de su madre.

NORMA – SOFI OKSANEN

Norma sufre por su cabello, lo esconde con turbantes o con trenzas tirantes y se aparta del mundo. Desde niña su pelo vive por cuenta propia: en segundos, cuando está asustada o inquieta, puede crecerle un metro, enrularse o hacerle doler la cabeza.

Anita la protegió siempre. De ser reclutada para experimentación o para explotación. Su hija produce en cantidades sobrenaturales el tipo de pelo mejor cotizado.

Norma se parece a Elizabeth Siddal, musa de la Hermandad Prerafaelita; fascinados con su melena rojiza y ojos verdes. Fotos: pintada por Millais («The Bridesmaid») y por Waterhouse (en las portadas de la saga de los Osorio).

La novela incia con el funeral de Anita. Norma, sola, herida, necesita entender. En el trabajo de su mamá –una peluquería turbia– podría encontrar respuestas.

La autora de El parque de los perros (2022) escribe literatura realista sobre temas serios. En Norma, Sofi Oksanen sale sutilmente de su estilo incluyendo algo de realismo mágico. La intención de lo fantástico es solo funcional a la trama, la novela no pretende confundirse con fantasía.

La condición de Norma la convierte en el objeto más codiciado de un red criminal internacional. Estará, inocentemente, en el epicentro.

Norma no tiene la complejidad narrativa ni psicológica de Purga (que le hace sombra para quien la ha leído antes); sí, en menor medida, el anzuelo de Oksanen: suspense.

Libros en Helsinki. Barrio Kallio, locación de Norma de Sofi Oksanen.

Ambas historias comparten algo más importante que surge del feminismo de raíz de la escritora báltica: visibilizar. Culpas y responsabilidades, y consecuencias sobre las más vulnerables. En Norma, Sofi Oksanen prende una chispa en Helsinki que se expande como una bomba atómica por Latinoamérica, África, Asia y Europa del Este.

-MALENA FERNÁNDEZ


SOFI OKSANEN

«La industria de la belleza depende totalmente de nosotras; ponemos la mano de obra y algunas veces las materias primas. Desde hace siglos le ofrecemos nuestra cara, nuestro pecho, nuestro cabello, nuestro útero; pero los hombres siguen embolsándose los beneficios» (p.156)

Sofi Oksanen recuerda a Amy Winehouse. Todo el mundo lo dice.

«Para esas clientas, el cabello que llevaban pegado a la cabeza no tenía relación con ninguna persona; no querían saber a quién había pertenecido, como mucho se preocupaban por piojos y enfermedades.

Sin embargo, esas mismas mujeres se aseguraban de hacer sus tortillas con huevos de gallinas felices«. (p.141)


MUJERES MALDITAS

Las Rapunzel –antigua obsesión de las sociedades– son sinónimo de belleza, juventud y erotismo. A lo largo de la historia mujeres con larguísimas cabelleras han fascinado, han sido explotadas o castigadas. Musas, emperatrices, juguetes de circo y empresarias. Nombres que ameritan ser buscados en Google.

«Quienes se enriquecieron con el pelo de las Shuterland, tanto como los que lo hicieron con el de Elizabeth Siddal, eran hombres». Anita había leído todo sobre el mundo del cabello.

Sisi fue reprendida en su juventud por usar el pelo suelto. Martha Harper inventó el lavapelos.
Siddal casi muere de pulmonía posando para este cuadro de Millais.
Las Shuterland se criaron en una granja, la madre les untaba un ungüento apestoso en el pelo. Terminaron locas y solas en una mansión.
Publicidad de Harper. Al final, tuvo éxito. Antes fue sirvienta y debió aclarar que no abriría una salón para «zorras y prostitutas».

PELO AFRO

Existe una gran industria para modificar el look de pies a cabeza de las mujeres africanas y afrodescendientes; presionadas por cánones racistas. Sobre el cabello: peluquerías especiales (la de la foto la tomé en Oslo) y venta de pelo (pelucas, extensiones), tinturas y alisadores.

Michelle Obama, en su libro autobiográfico Con luz propia (2022), entre otras cosas habla del pelo. Ha contado por qué se lo alisaba en su época de Primera Dama y la discriminación laboral que padecen las afroamericanas que soportan «los rizos y trenzados afro no se ven profesionales». Para su primera presentación (2016) aún no liberaba su naturalidad.

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