Literatura tragicómica de los 50. Un protagonista que genera simpatía contradictoria. Un miserable con sus propias miserias, como la Nueva York que lo recibe y lo escupe. Humor negrísimo y hadas inexistentes.
Cuento de hadas en Nueva York, de Donleavy, un clásico de la literatura estadounidense. Un libro de perspectiva masculina –rara avis en las lecturas actuales– cuyo atractivo reside en el protagonista y en la serie de situaciones disparatadas y decadentes que se generan.
Retrato de una ciudad, sin Disney ni seres alados, cargado de decepción, resentimiento y soledad. Pero con humor, color ébano.


CUENTO DE HADAS EN NUEVA YORK – J. P. DONLEAVY
Cornelius Cristian. 30 años, rubio, atlético. Vuelve de Europa a Nueva York. En barco, con esposa en ataúd, sin familia, casa, dinero ni trabajo. Se las arreglará. Sobrevivirá un año entre limusinas, amantes, cadáveres, boxeadores y vagabundos. Y recuerdos de su infancia de pobreza y humillación.
Un hombre resentido y lascivo. Violento y frustrado. Melancólico y triste. Solo y solitario. Un miserable con sus miserias. Transitará con envidia, fanfarronería y desprecio por lugares de éxito y muchos dólares; sin ignorar la urbe de marginales.

Aura de caballero, expresión imperturbable, tono monótono y acento británico adquirido en Europa. Christian seduce a mujeres y a hombres. Inalterable, de su boca puede salir un monosílabo, algo elegante o una barrabasada.
En Cuento de hadas en Nueva York, Donleavy nos lleva fácilmente de la risa al espanto y del espanto a la compasión. Humor negrísimo, no nos olvidemos.
La Nueva York de J. P. Donleavy se inserta en el boom inmobiliario que la convirtió en reina de los rascacielos y, con su criminalidad aún semicontrolada, anticipa el futuro gótico de las próximas décadas. El único amigo de Cornelius, dueño de un imperio funerario para ricos y de varios negocios más, representa todo eso.


La novela Cuento de hadas en Nueva York combina agresividad, obscenidad (sexual y monetaria) y bromas pesadas con el andar y las cavilaciones de un personaje impredecible, divertido y repugnante.
«Nadie debería venir a vivir a Nueva York a menos que tenga la intención de ser afortunado», aconseja E. B. White en Esto es New York.
La Manhattan de Donleavy engulle y expulsa como langosta a sus habitantes, con dinero y sin él. No hay afortunados.
-MALENA FERNÁNDEZ
JAMES PATRICK DONLEAVY

«La historia habla de la realidad de muchas personas. Para algunos es paz, luz y amor. Para otros; sinónimo de soledad y vínculos fríos; ausencia de hogar, frustración y sueños rotos», según un fan de Fairytale of New York, el villancico de The Pogues.
La canción homenajea a Donleavy (el padre del líder de la banda irlandesa admiraba al escritor); y la cita interpreta perfectamente la doble imagen sobre la Navidad y sobre New York.
EL CUENTO DE DONLEAVY Y EL DE VIVIAN MAIER
Nieve, whisky y sexo. Suicidas, drogadictos y matones. Rascacielos y ataúdes. Empresarios, limusinas y embalsamados. Homeless y racismo. Mujeres adúlteras y putas. Niños sin nadie. Esta es la NYC de Cornelius, un flâneur sin el glamur de Joyce y Proust.
La maravillosa fotógrafa callejera Vivian Maier retrató en los 50 y 60 sus propios personajes neoyorquinos. Una mirada femenina para compensar el mundo de hombres. En Maloof Collection
CUENTO DE HADAS EN NUEVA YORK – GPS
- Sección: ENTRE OCÉANOS
- Dónde y cuándo: Nueva York, Estados Unidos, América del Norte. Décadas del 30 y 50.
- Autor: J. P. Donleavy
- Publicación original: 1961
- Páginas: 400
- TEMAS / TAGS: novela, la muerte, niñez, discriminación, xenofobia, migración, criminalidad, violencia, humor, literatura tragicómica, literatura urbana, literatura estadounidense, literatura americana, literatura clásica, Bronx, Manhattan, Nueva York
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