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Qué comer en Punta Arenas

Según los puntarenenses, «tenemos las 4 estaciones en un día». La gastronomía magallánica es como para entrar en calor todo el tiempo. Recomendaciones de qué y dónde.

¿Qué comer en Punta Arenas? Must de la Patagonia austral chilena: centolla y cordero. Y se sube la temperatura corporal con un sour de frutas locales. Por supuesto, en Chile y cerca del mar (que es casi siempre), nunca faltan pescados y mariscos. Punta Arenas, además, tiene una fuerte influencia croata producto de la inmigración.

Restaurante La Ruta de Darwin, usurpándole la mesa al Chaqueño Palavecino (ese es su sillón): cálida decoración, buena atención, 250 platos (literal). Me pareció rico y abundante. Ideal para una noche helada. No es barato.

CENTOLLA

La estrella puntarenense. Temporada: entre julio y noviembre. El resto, congelada. En chupe, pastel, risotto y natural. Oscila en tamaño y en precios (entre 15 y 30 mil CLP). Lo más conveniente lo encontré en la céntrica Taberna del Palacio Sara Braun y en el restaurante La Yegua Loca, en el Cerro de la Cruz.

En Punta Arenas, el clásico de centolla magallánica: el chupe. En plato de greda, se hornea la pulpa, crema y queso parmesano. Algunos le agregan miga de pan. ¡Se come caliente que te duelan los dientes!
Risotto de centolla tamaño XS. Probé versiones más ricas, contundentes y baratas.

Centolla magallánica: no la coman fresca durante la veda. Proviene de la pesca ilegal; lo más probable, hembras con huevos. No seamos responsables de la extinción de la especie.

CORDERO MAGALLÁNICO

El cordero patagónico no es autóctono. Fue introducido en la región por estancieros ganaderos a fines del 1800, desplazando al guanaco, alimento principal de los pueblos fueguinos cazadores. Lo encuentran: asado, estofado, garrón, con salsas y, quizá, en empanada.

Garrón de cordero con ñoquis.

CERVEZAS Y TRAGOS

Magallanes y la Patagonia en general son grandes productores de cerveza. En Punta Arenas, sumen los típicos sours de calafate y ruibarbo.

Calafate sour y cerveza local Coiron.

PUNTA ARENAS PARA GOLOSOS

Debo confesarme: la gula dulce no es lo mío. Los picarones empalagan hasta la nariz, de zapallo o camote fritos, y se acompañan con leche con plátano (licuado de banana) si es la once (merienda). ¿Dónde? En la costa, en el café History del Hotel Dreams.

Bomba almibarada. La misma leche con plátano se pide en el reconocido Kiosco Roca, pero con choripán. En la calle, aunque los huesos se congelen.  

EL INSIGNE KIOSCO ROCA

Cada quien con su gusto y entendimiento: no me animé al menú del Kiosco Roca, a una cuadra de la plaza central. Pero nobleza obliga: es tan, tan famoso y popular que no puedo dejarlo fuera de la nota. Para desayunar, almorzar, cenar o picotear: desde las 7 AM.

«Mecágoche, me condené comiendo choripanes», frase puntarenense.

Atrae a turistas y locales a cualquier hora. Siempre hay gente, en fila, comiendo en la calle o esperando en el auto su take away. ¿A qué se debe el tumulto? A los choripanes y choriquesos (sándwiches pequeños, 900 CLP) con leche de plátano o frutilla (1500 CLP).

PESCADOS Y MARISCOS

En cualquier lado. Sugiero que se den una vuelta por el Mercado Municipal frente al Estrecho de Magallanes. Limpio, informal y con buena atención / calidad.

Liviano caldillo de mariscos en el Mercado. Para descansar la guata algún día.
Salmón con crema de espinacas y empanada frita rebosante de mariscos.

UN TOQUE DEL MEDITERRÁNEO BALCÁNICO

La inmigración croata –principalmente dálmatas de Brač– en Magallanes fue intensa entre fines del siglo XIX y 1920. En Punta Arenas se fundaron colonias de hombres (más tarde, familiares) buscando oro y/o escapando del Imperio Austrohúngaro y luego de la epidemia de la phylloxera que dañó viñas y fuentes laborales (más info en este libro on-line).

Ñoquis a la croata.

¿DÓNDE COMER EN PUNTA ARENAS?

El asunto de qué comer en Punta Arenas ha quedado más o menos zanjado. Ahora, ¿dónde? El Mercado Municipal (informal diurno), el Kiosco Roca (callejero), La Yegua Loca (restaurante) y la Taberna (informal nocturno), cada uno en su estilo y oferta.

Mercado Municipal: venta y restaurantes; simple y fresco. Mesas en los pasillos del mercado o dentro de algún local con vista al Estrecho. Zona ventosa. Eviten horarios peak.

En la declarada Ruta Gastronómica de Punta Arenas, la cuadra de Bernardo O’Higgins con Pte. Roca, encontrarán una seguidilla de bares y sitios para comer desde pizza y pastas a centolla, carnes y pulpo; coctelería de todo tipo, forma y color; buena música y un ambiente reconfortante mientras la nieve, la lluvia o el frío hacen de las suyas.

Read&Fly dejó su marca en La Luna, cerca de Islandia, antes de partir a Puerto Williams.

En un extremo, La Ruta de Darwin, carta interminable de 250 platos (no apta para cualquier presupuesto); en el otro, el icónico La Luna. Muy cerca, Sotitos, un clásico familiar siempre lleno. Frente a él, el restobar con la mejor vista de Punta Arenas: el atardecer sobre las gélidas aguas magallánicas desde el edificio más moderno de la costa.

Descendiendo a cenar al mejor de los infiernos, la Taberna: buen puntaje en todo. Mientras preparaba las historias en Punta Arenas, despedí al sol desde los cielos, el Sky del Hotel Dreams. Apto todo público desde las 18.

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