Inspirada en Versalles y uno de los lugares más despampanantes de París, la Ópera Garnier ocultaba un mundo sórdido de prostitución, clasismo y poder. Hoy: la historia real de Marie, la pequeña bailarina de Degas.
ÓPERA DE PARÍS: LA TRISTEZA DEL TUTÚ
La pequeña bailarina de Degas, Marie van Goethem, tuvo una historia triste; el Fantasma de la Ópera de París no fue el único personaje sufriente (¿ficticio?). El Palacio Garnier, además de teatro, funcionaba como Academia de Música y Ballet. De noche había funciones y de día, clases.
Hubo un tiempo en que estaba prohibido para una mujer subir a un escenario. Una bailarina o una actriz, en Francia, podía ser arrestada en una redada nocturna por prostituta.

EL FOYER DE LA DANZA: PEDOFILIA, PROXENETISMO Y PROSTITUCIÓN
En la Ópera existe un mítico salón llamado Foyer de la danza (se puede conocer con el ticket vip), que hoy se usa para ensayos y reuniones de staff. Hacia fines del 1800, en pleno esplendor del Teatro, era un espacio privado para los abonados y las bailarinas; un verdadero escaparate para los amantes y la prostitución.
En los entreactos y al finalizar la función, los hombres de la alta sociedad francesa se reunían allí para hacer negocios, socializar y para recibir la amorosa atención femenina del cuerpo de baile y de las estudiantes.
Tras la actuación, con la suela de las ballerinas aún sucia, las jóvenes, adolescentes y niñas corrían al foyer. Lejos de la profesionalización actual, los sueldos eran misérrimos y la mayoría de las artistas debían venderse para subsistir.
Las normas de la Institución eran muy rígidas. La Ópera les exigía presentismo absoluto a clases y fidelidad con los privilegiados. Estaba prohibido dormir con otros, si no, a la calle.
LA PEQUEÑA BAILARINA DE DEGAS
La escultura “La pequeña bailarina de catorce años” de Edgar Degas (1881) fue un personaje real: Marie era una niña pobre del ballet de la Ópera Garnier.
El hiperrealismo de Edgar Degas que hoy fascina –la pequeña parece aún descansar de su danza con su tul y lazo de tela– causó un violento rechazo en 1881.
La madre, lavandera del teatro, prostituía a sus tres hijas. Marie obedecía las estrictas reglas. Cuando comenzó a posar para Degas y se ausentaba en sus clases, fue expulsada. Dicen que también se acostó con alguien «equivocado».
DÓNDE VER «LA PEQUEÑA BAILARINA DE DEGAS»
«La Petite Danseuse de Quatorze Ans» (1881), una de mis esculturas preferidas (junto con «El gran vals» de Camille Claudel), tiene copias repartidas en distintas partes del mundo:
- Nueva York (MET)
- Londres (Tate)
- Copenhagen (Ny Carlsberg Glyptotek)
- Washington (Galería Nacional)
EDGAR DEGAS Y LA ÓPERA DE PARÍS
Edgar Degas inmortalizó a las bailarinas clásicas. Frecuentaba el Palais Garnier de París, donde encontró a sus musas. No se conformó con lo que veía desde el palco y fue tras bambalinas: se topó con un ambiente rutinario de trabajo, esfuerzo, cansancio y frustración.
Las escenas idealizadas de pureza y liviandad de los óleos de Degas poco tienen que ver con la realidad de las muchachas con tutú de esa época.
Edgar Degas dibujó muchas veces a Marie. Cuando comenzó a perder la visión, se volcó a la escultura. La niña posó desnuda y vestida por horas hasta que Degas logró su emotiva bailarina de 14 años.
Pagó a la adolescente por su tiempo –dicen que nunca aprovechó la situación a otro nivel–. A ella le costó quedar en la calle. Un año después fue arrestada con su madre y sus hermanas cuando intentaban regresar a Hungría, su país natal.
Durante el siglo XIX, se gestaron las figuras del ama de casa burguesa y de la trabajadora («oficios femeninos»: lavandera, nodriza, costurera). Edgar Degas intentó mostrar los distintos perfiles de la mujer y su capacidad de adaptación y supervivencia en lugares de sometimiento e inferioridad. Fue contra la sociedad y pintó «a esas con quienes apenas deberíamos hablar; solo acariciar».
No extraña que se escandalizaran con una mundana bailarina de ballet de cera (en bronce vino después), muselina y lazo de satén.
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asombrosa historia , mas bien terrible a nuestros ojos de 2020 . La escultura es muy bella y pude admirarla, la historia de esa niña nunca la hubiera imaginado de no ser por las observaciones y estudios de read&fly Gracias