1885. La tormenta azotaba al pueblo pesquero; las olas golpeaban contra el muelle de Whitby. La goleta rusa intentaba atracar, aunque fuera en el mismo infierno. Misteriosamente lo hizo, ¡comandada por un cadáver amarrado al timón! Toda la tripulación estaba muerta.
Al instante, un gran perro negro saltó desde el interior de la nave y corrió los 199 escalones hasta las ruinas de la Abadía sobre el promontorio. El viento y la noche no pudieron ocultar su rugido: el Conde Drácula había llegado a Inglaterra.
Whitby existe, en la novela de Bram Stoker y en el mapa del Reino Unido. En las frías costas del Mar del Norte las ruinas de una vieja abadía duermen sobre los acantilados de esta pequeña localidad pesquera ajena al turismo internacional. Los fans del vampiro deben pararse en la colina para imaginar la llegada de la goleta llena de cadáveres entre la niebla tan británica. Y a Drácula, que subió velozmente los 200 escalones convertido en lobo para causar terror entre los habitantes.
Whitby, ciudad pesquera en Yorkshire, Inglaterra. Larga historia con misterios.
En Whitby hace frío, el viento empuja y las callejuelas empinadas requieren esfuerzo. No importa, todo eso suma encanto. El clima gótico necesita de esta atmósfera: construcciones abandonadas, cuevas, lluvia, poca visión y por qué no un buen cementerio. El escritor irlandés se sintió más que inspirado en los seis años que vivió aquí.
Whitby se ubica en Yorkshire, al noreste de Londres, a igual distancia de Edimburgo, Escocia. La mejor época para visitarla es julio y agosto. Para ascender hasta la Abadía de Drácula lleven abrigo y el ánimo listo para recibir la energía tan particular de este sitio. Y las ráfagas.
Whitby Abbey, sobre una colina y mirando las frías costas del Mar del Norte.
WHITBY ABBEY: EL IMPRESCINDIBLE
La Abadía de Whitby -las ruinas de ella- supo ser un monasterio benedictino medieval (1200), posterior a la conquista normanda. Desde antes, los restos de una más antigua iglesia anglosajona (circa 600) quedaron abandonados y enterrados por las invasiones vikingas. En este sitio sagrado, importante para la historia del Reino Unido y del Cristianismo, sobrevuelan los espíritus de santos y sus milagros. También los fantasmas.
Espíritus y espectros, especialidad británica si la hay. Mina Murray nos cuenta en su diario de una Dama Blanca que se asoma por las ventanas de Whitby Abbey. Parece que la primera abadesa, y princesa, es responsable de parte de las leyendas de brujas y misterios que envuelven a Whitby. Santa Hilda hace siglos que vigila entre los muros de su abadía a los intrusos.
Whitby Abbey es un imprescindible, al menos su exterior para apreciar su imagen tan dramática -especialmente en una puesta de sol- y las vistas espectaculares de la costa y de la ciudad. También para imaginar al vampiro y su entrada triunfal.
El «interior» requiere entrada. Desde Julio 2020, sólo reservas online, con horario y para grupos reducidos, en la página. 6 y 10 libras, menores y adultos. Otros valores según edad y cantidad de personas.
Como patrimonio británico, está incluido en la tarjeta British Heritage (más de 400 monumentos); aconsejable analizarla para recorridos largos en tiempo y distancia por el territorio inglés.
Debajo de la abadía, la parroquia Santa María, a exactamente 199 escalones de la base. Las lápidas torcidas y las tumbas vacías al aire libre despiertan curiosidad. Dicen que el Conde merodeaba por ahí, y Stoker también. ¿Cómo se llamaba la primera víctima del vampiro? Coincidencia: busquen su nombre en el cementerio.
Las tumbas vacías corresponden a los marineros que nunca regresaron a casa.
El irlandés Bram Stoker escuchó la historia del Dmitri, una embarcación rusa que había encallado en el puerto de Whitby. El escritor la convirtió en el Demeter; la ocupó con féretros llenos de tierra y con un vampiro; y le arruinó la vida a los pobladores con la llegada del mal. La localidad le agradeció la fama con una placa conmemorativa e indicios por aquí y por allá del Conde.
Niebla y vientos en Whitby.
WHITBY GÓTICO
WHITBY le dio a Stoker la atmósfera perfecta para Drácula. La literatura gótica del siglo XIX necesitaba de ciertos escenarios «exóticos». Se alimentaba -además de sangre- de castillos, tumbas y conventos (vean el Castillo de Frankenstein en Heidelberg).
WHITBY era más que inspirador: un promontorio castigado por ráfagas y lluvia, las dramáticas ruinas de la abadía, una iglesia rodeada de murciélagos y la asociación con joyería de luto. Y un fantasma, claro.
Whitby, una ciudad con doble personalidad por culpa del río Esk, merece un buen paseo por su calles: casitas de pescadores y hogares victorianos; un puerto muy activo y balnearios buenos para practicar surf y contar gaviotas. La otra celebridad de Whitby, el Capitán Cook, ganó tributo con estatua y museo que los interesados en temas marítimos disfrutarán de aprender sobre sus célebres viajes.
WHITBY BEACH
Puerto y playas abiertas para caminar especialmente con la marea baja. Algunos aventureros se animan al agua fría y otros a surfear. Arrendar una casa aquí para pasar unos días de descanso es un buen plan lejos del turismo agobiante y de los precios londinenses.
El pase de diapositivas requiere JavaScript.
199 STEPS
Sitio icónico de Whitby. 199 escalones, los mismos que subió Drácula. Precioso para admirar la vista, el puerto y esa arquitectura tan british de este lugar donde nos sentimos un poco en los confines del mundo (sí, falta distancia, siempre se puede ir más lejos).
Los 199, típica imagen de Whitby. Arquitectura muy britsh style.
Por supuesto que «experiencias Drácula» no faltarán: tiendas de souvenirs, recorridos temáticos, eventos de verano y actividades espeluznantespara toda la familia.
Mundo supergótico: Whitby, el WGW y la radio nocturna.
MUNDO GÓTICO DE HOY
Dos veces al año, Whitby celebra más modernamente lo gótico con un festival de música: el Whitby Goth WeeKND. Abril y octubre en condiciones normales.
Fans de música punk/ rock/ gótica/ industrial: únanse al programa «Heresy» (herejía) en radio MMH. Sábados 10-12 PM, justo antes de la medianoche mientras que afilan sus colmillos.
VIAJES LITERARIOS
Whitby y Drácula, Stratford-upon-Avon y Shakespeare; Heidelberg y el Castillo de Frankenstein. París está tan llena de Victor Hugo o Alexander Dumas como de todos los escritores -y visitantes de cualquier oficio- extranjeros que sufren parisitis.
Localidades pequeñas o grandes (¿conocen el Globo del Bardo en Londres?), con naturaleza o cultura, los viajes literarios amplían nuestros mundos reales e imaginarios.
54.486335-0.613347
¿Alguien a quien les interese? Envíaselo por redes o whatsApp
0 comments on “Whitby: Y Drácula llegó a Inglaterra”