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Venecia desconocida

Qué hacer en Venecia desconocida

En Venecia hay que perderse, y lo mejor es que no los encuentren. Apps de ubicación, solo para localizar alojamiento; después, no tiene sentido. Callejeen con gusto que será el mejor de los recuerdos.

¿Qué hacer en Venecia desconocida? Para los flâneurs y viajeros con tiempo, les comparto la primera parte de atracciones fuera de los caminos marcados: del mercado de la cárcel de mujeres al laberinto escondido de Borges. ¿Van un solo día? Mmmm, no les va a alcanzar.

VENECIA DESCONOCIDA

1) MERCADOS

RIALTO

Con mil años, en el sestiere de San Polo, a un lado del puente más antiguo de la ciudad, el Mercato di Rialto es un clásico que no debería visitarse como un supermercado. Curioseen y conozcan las frutas y hortalizas de la misma Venecia –y de toda Italia, ¡higos amalfitanos!–. La Isla San Erasmo –a una hora en vaporetto– es la gran huerta de la laguna: famosas sus alcachofas y berenjenas.

Un local, de los que hay pocos, puede recomendar con nombre, apellido y dibujo del puesto –a lápiz en una hoja de papel– cuál es el vendedor recomendado. Todavía existen familias que hace décadas venden sus propios cultivos y se levantan a las 3.30 AM para llegar en barco hasta el mercado.

La Pescheria: fundamental para la gastronomía, la economía y la vida social venecianas en un destino donde buena fuente del trabajo (que escasea) proviene del agua.

«Rialto no se toca» (colgado por los pescadores contra el Municipio que pretendía trasladarlos) pide respeto por un sitio histórico. Durante el Carnevale, la Pescheria es epicentro de fiestas y desmanes. Los borrachos la usan como baño público de todas sus necesidades.

Con respeto y discreción, pululen por un típico lugar que hace a la esencia de Venecia y de sus residentes. Los sábados es rutina hacer las compras y socializar en el Mercado de Rialto (he compartido el vaporetto con ellos y sus carros con pescado fresco). Sus recetas y cocina dependen de ello: bacalao, fondos de alcachofas sofritos en provenzal, melanazzane alla parmegiana (tapeo) o con salsa de curry…

¿Más sobre cocina veneciana? Iris y su abuela, especialistas, tienen su revista La Venessiana.

A los vendedores, que necesitan más dinero que flashes, no les encantan los visitantes. Compren a los fruttivendolo tomates, plátanos o fresas: buen snack y una forma de probar comida local.

¿CUÁNDO IR AL MERCADO RIALTO?

Mercado del Pescado: ma a sáb. de 7 a 14.   |   Mercado de flores, frutas y verduras: lu-sáb de 7 a 20.

Ponte Rialto, el más antiguo

MERCADO DE LA CÁRCEL DE MUJERES

En la Giudecca, cruzando el Gran Canal. Pisar la isla ya es inmiscuirse en la vida veneciana y alejarse de la locura de las masas. En el siglo XVI, estaba casi toda ocupada por huertos y jardines atendidos por monjas.

El antiguo Convento delle Convertite supo ser el primero en aceptar prostitutas que deseaban «convertirse». Hoy, como cárcel femenina, cuenta con laboratorio cosmético y huerta (buen proyecto de reinserción) trabajados por las reclusas.

2) CATACUMBAS DE VENECIA

Si llegan en tren a Venecia, lo primero que verán al salir de la Estación Santa Lucía es el agua del Gran Canal y la cúpula verde de la Chiesa San Simeon Piccolo. Lo más llamativo son sus catacumbas, rodeadas de cierto misticismo y halo espectral. Visita: en la oscuridad, con vela en mano. Más de uno dijo haberse sentido «acompañado».

Una parte está tapiada y nunca se abrió ni siquiera para ser estudiada; tampoco se investigó la identidad de los enterrados. Misa en latín. Si les causa interés el cementerio subterráneo, pregunten por horarios de cierre.

Así los recibe Venecia en tren: con San Simeon de frente. A la izquierda, el Puente de los Descalzos los deja del otro lado del Gran Canal.

LIBRERÍA ACQUA ALTA

Extraña librería que sólo puede existir en Venecia. Los libros se acumulan, entre gatos, sin ton ni son aparente, en góndolas y tinas de baño; antiguos tomos de enciclopedias en desuso forman escaleras o decoran muros. Para quienes gustan de la lectura y para curiosos también.

Entrada algo escondida en una calle del barrio Castello. Mucho más que una simple tienda.

En noviembre arranca la temporada de mareas altas en Venecia; calles, casas y comercios sufren inundaciones. El dueño de la librería supo tenerlo en cuenta. Vayan y sabrán por qué.

3) CAFFÈ FLORIÁN Y CAFÉ DEL MUSEO CORRER

El Caffè Florian –uno de los más antiguos de Europa–, hace 300 años, fue el primero en aceptar mujeres. El gran beneficiado: Casanova, veneciano célebre, donde encontraba a sus «presas».

Especialmente pintoresco durante el Carnaval. Los mejor vestidos ilustran las mesas con sus espléndidos disfraces.

¿Dónde? Casco histórico, plena Piazza San Marco. Desde las mesitas externas ven la Basílica y, si hay orquesta, disfrutarán de música en vivo (se paga 6 euros P/P adicionales).

Elegante, histórico, aún funciona como punto de encuentro de celebridades, de eventos importantes (como la Bienal) y un preferido para pedir matrimonio. Precios, acordes al lugar.

Venecia desconocida: café del Museo Correr

El Museo Correr forma parte de tiempos modernos de Venecia (sin duques y bajo los Imperios de Napoleón Bonaparte primero y austriaco después). Puede visitarse solo o combinado con otros museos.

Quisiera resaltar su cafetería, abierta al público general. ¡Un oasis secreto en el corazón de Venecia! La decoración palaciega; la vista divina. Ideal para descansar y probar un buen chocolate caliente en los apartamentos que la tuvieron de huésped a la emperatriz Sissi.

Espectacular vista desde el café del Museo.

4) PALAZZO DUCALE: PASEOS ESPECIALES

Funcionó por miles de años como residencia del Doge, oficinas gubernamentales y Tribunales de Justicia. El Palacio Ducal –ícono de Venecia, bellísimo con su mármol rosa y sus colores que cambian con el sol– da la bienvenida a quienes llegan por agua.

Nosotros hicimos Los tesoros del Doge: incluía espacios de residencia (públicos y privados) del Duque y algunas anécdotas.

5) LA GIUDECCA

La isla olvidada de Venecia y una de las zonas menos exploradas. A pocos minutos en vaporetto, frente a la Piazza San Marco. Poner un pie aquí alcanza para creer que huimos de La Serenisssima. La Revolución Industrial la volvió sede de fábricas, la mayoría de las cuales están cerradas.

Edificios industriales reciclados (inverosímiles en Venecia), embarcadero, prisiones, hoteles de lujo en expansión y un lento pulso de estudiantes escolares y universitarios (los alojamientos son más accesibles para ellos en esta parte). En un segundo, olvidamos la ciudad tomada por turistas.

Mirando San Marco… tan cerca y tan lejos.

En la Giudecca el tiempo se detiene, se siente algo de vida local, nos deleitamos con los residentes –personajes cada vez más extraños en un municipio que los expulsa- con sus hermosas rutinas. Como a San Giorgio, hay tickets más económicos de vaporetto si solo van aquí.

6) SAN GIORGIO

También frente a San Marco e ignorada, al lado de la Giudecca, la isla San Giorgio Maggiore acoge lo que fuera un monasterio benedictino convertido en la Fundación Cini (una de las más prestigiosas instituciones culturales). Tranquilidad y fotos maravillosas de Venecia.

La iglesia, gratis. Campanario (6 euros, por elevador, tan alto como el de San Marco), unas panorámicas increíbles. Algo más que los desprevenidos no saben: desde arriba, pueden apreciar un laberinto de Borges (homenaje de otro fanático de los laberintos). El laberinto de Borges en Argentina, búsquenlo en la provincia de Mendoza.

La Fundación Cini ofrece itinerarios guiados por claustros, bibliotecas, laberinto y campanario (tickets según tour, edad, etc.).

Desde el Puente de los Suspiros, vista de San Giorgio.
Puente de los suspiros. Desde San Marco ven la isla; pocos cruzan a visitarla y menos aún saben los tesoros de San Giorgio: en los jardines de un antiguo monasterio existe un laberinto de Borges.

BORGES Y LOS LABERINTOS

No debe existir otro lugar en el mundo más significativo para un laberinto que Venecia. Para el escritor argentino, los mazes simbolizan la angustia del ser humano por sentirse perdido; pero también, la esperanza por encontrar una salida. Aparecen en casi toda su obra. Si alguna vez recorrieron alguno donde los altos pasillos nos impiden ver hacia adelante, entenderán la genialidad de la comparación de Jorge Luis Borges: es desesperante. En el Palacio de Hampton Court,en Londres, existe uno muy entretenido

¿QUÉ COMER EN VENECIA? Típicos, antiguos, verdes y muy venecianos.

NOTA: compré unas fresas deliciosas en el Mercado de Rialto, bien tarde, con los puestos ya cerrados. Error, por desconocimiento. La venta legal, la que sostiene  a los ciudadanos de Venecia, debe hacerse dentro del horario oficial. TURISMO RESPONSABLE EN VENECIA DESCONOCIDA: para aprender y aplicar.

Si les recomendé visitar La Giudecca, San Giorgio y San Erasmo; aunque no forme parte de una Venecia desconocida, no puedo olvidarme de Burano. Mi experiencia por cuenta propia: aquí

 

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