«Si quieres ser feliz, ve a vivir a Finlandia»; «Los países nórdicos son los más felices del mundo». ¿Mito o realidad?
El año de la liebre, de Arto Paasilinna:humor, absurdo y crítica boreal. En Copenhague existe el Instituto de Investigación de la Felicidad. En 2018, determinó que Finlandiaes el lugar con mejor índice de felicidad; según estándares de vida, seguridad y confianza.
¿Mito o realidad? Son escuetos: no expresan sus emociones –ni la alegría ni la ira– de manera tan explícita y efusiva como en América, África, España o Italia. El protagonista del libro El año de la liebre no entraría en las estadísticas.
MARCHA NÓRDICA. Los finlandeses, ¿son los más felices del mundo?
EL AÑO DE LA LIEBRE – ARTO PAASILINNA
Es solsticio de verano, y en Finlandia se celebra la Fiesta de San Juan y la llegada de la luz plena. En una carretera rural dos hombres desencantados con su propia existencia viven su propio San Juan. En viaje y cegados por el resplandor del atardecer, atropellan accidentalmente a una liebre.
Para el periodista Kaarlo Vatanen es su día bisagra: frustrado y con un matrimonio infeliz, abandona el auto y a su compañero, rescata al pequeño animal y camina con él en brazos hasta que sus siluetas se hunden en un bosque.
La dupla –extravagante e inseparable– iniciará un viaje hilarante, sin rumbo, por la deslumbrante geografía finlandesa. Vatanen cambia la enajenación de la gran ciudad por lo primario y ancestral de la vida agreste.
“Entran al inmenso bosque humeante y él pensaba en las vueltas de la vida; aún no hacía un mes que estaba sentado en el bar de la esquina, aburriéndose frente a una jarra de cerveza tibia, y ahora estaba aquí (…). —Mil veces mejor que en Helsinki –sonrió Vatanen con los ojos llenos de lágrimas”.
En El año de la liebre la trama transcurre en microrrelatos –pequeñas joyas en sí mismas– encadenados con fluidez y talento. La lectura es sencilla, pero basta profundizar para descubrir una aguda crítica a las costumbres de la vida moderna. La novela es divertida y conmovedora; y su humor –absurdo, insólito– deja atónito al lector desprevenido.
El islandés Sjón escribió El zorro árticoy el noruego Per Petterson, Salir a robar caballos; la banda groenlandesa Nanook canta sobre cómo nuestro planeta se está muriendo; y Katrina Trofimova –una niña aborigen de Siberia– dibuja a un hombre de la mano de un oso para la organización Arctic Without Borders.
En muchas zonas de Escandinavia, Groenlandia o Rusia se vive en climas violentos en contacto íntimo con la naturaleza. Ese vínculo es parte de su cultura y de todas sus manifestaciones artísticas.
Paasilinna hizo lo que en los países nórdicos se llama ‘humor ecológico’. Hace más de 40 años, con El año de la liebre, defendió a la Tierra y a todos los que vivimos en ella. Detrás de la huida de Vatanen y de la comicidad de la novela, hay un mensaje implícito: el equilibrio entre los seres vivos y la supervivencia conjunta. Y eso es parte de la idiosincrasia finlandesa.
Huida de Helsinki a Porvoo.
Paasilinna en Oodi, Helsinki
El protagonista de la novela, un ciudadano de Helsinski, abandona su vida más o menos resuelta, por una liebre. El planteo suena insólito; y la historia es absurda, satírica e improbable. En lo profundo, tenemos a un hombre insatisfecho, capaz de dejar la seguridad, la confianza y los buenos índices de vida para encontrarse consigo mismo. Vatanen no cuadraría en los números del Instituto de la Felicidad danés.
BUENAS NOTICIAS: CINE + LIBRO
El año de la liebre fue adaptada al cine dos veces, como Jäniksen vuosi (versión finlandesa, 1977) y en 2006, una coproducción francesa-belga-búlgara, Le lièvre de Vatanen protagonizada por Cristopher Lambert.
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