La niebla pareciera a veces devorarse la ciudad, pero no puede esconderla: ni su cara tan bonita ni sus miserias. Mi guía para conocer San Francisco.
¿Qué hacer en San Francisco? Un grabado Cerca del Ferry Building anticipa: «San Francisco es diez por diez cuadras, el resto es realidad». Una ciudad naturalmente bella, bendecida con paisajes preciosos, combativa como pocas, inclusiva como ninguna y una máquina de producir creatividad e innovación tecnológica. También, San Francisco es sincera consigo misma y con los turistas.
QUÉ HACER EN SAN FRANCISCO
1) ZONA DE LA BAHÍA
Donde San Francisco despliega su encanto e irremediablemente te conquistará. Por la larga línea costera encontrarán la mayoría de los atractivos: variedad de restaurantes, el famoso Pier 39, el barco hasta Alcatraz y el icónico Golden Gate Bridge.
Si la niebla no se come la ciudad, no hay mejor plan que bordear –caminando o en bicicleta– el océano desde el edificio del Ferry hasta el Parque Nacional Presidio: muelles, arena y bosques con un refrescante aire marino y vistas espectaculares.
El FERRY BUILDING
Histórico edificio, sobreviviente de terremotos, convertido en mercado de comida orgánica, saludable y de otras variantes. Terminal de ferries que recorren la bahía.
FISHERMAN’S WHARF Y PIER 39
De San Francisco no tiene ni un pelo: atracción hiperturística. Sin pescadores, con muchas tiendas para curiosear, actividades infantiles, acuario y restaurantes (incluido el Bubba Gump de la película Forrest Gump). Si les gustan los pescados y mariscos, este es el lugar. Plato típico: sopa de almeja (clam chowder).
ALCATRAZ
Para conocer «La Roca», les será útil esta nota: San Francisco: visita a Alcatraz.
MUELLES, MARINA Y PRESIDIO
Ideal para caminar por dos razones: por las vistas espectaculares y porque es plano. Adjetivo difícil en una ciudad que parece una montaña rusa. En el extenso Parque Nacional Presidio, favorito de deportistas, los locales hacen picnic (hay áreas con mesas y parrillas), ciclistas y maratonistas alcanzan la meta en las manos marcadas, y todos los demás le sacamos miles de fotos al Puente anaranjado.
IMPERDIBLE: EL FUERTE
Justo debajo del Golden Gate Bridge, una antigua base militar te pone la piel de gallina con sus impresionantes ruidos fantasmagóricos: el viento y las olas contra los muros y el hierro producen sensaciones únicas.
Gratis. La bandera izada indica que está abierto. Tiene estacionamiento. Tip: fans de Hitchcock, reconocerán el último adiós de Kim Novak en Vértigo.
GOLDEN GATE BRIDGE
Con su naranja furioso, lo verán muchas veces y desde todos sus ángulos. Crúcenlo en auto o en bus. ¿Lo mejor? Caminando o en bicicleta, en el atardecer con niebla –para verlo aparecer y desaparecer– o de noche. Algo vertiginoso, tal vez allí resida su magia.
2) GOLDEN GATE PARK Y EL JARDÍN JAPONÉS
Cuando San Francisco quiere celebrar o reclamar, se reúne en el Golden Gate Park. Lago, patos, mapaches y quizá algún coyote. Además de naturaleza, pueden hacer vida cultural porque no faltan museos ni exposiciones.
El Jardín Japonés (9 dólares): tranquilo y prolijo (muy japonés), pura paz. Antes de las 10 es gratis lu-mie-vie, buena excusa para tomarse un té verde en un ambiente zen, rodeado de bonsáis, ardillas y pagodas.
4) ALAMO PARK Y LAS DAMAS PINTADAS
Las seis casas victorianas de tonos pastel tienen su historia. Albergaron burdeles, refugiados de terremotos, comunidades hippies y adoradores de Satán: hoy son una imagen muy característica de la ciudad y se llevan todos los flashes. Para ver a las Painted Ladies hay que subir las empinadas calles hasta Alamo Park. Ya en la cima podrán disfrutar de un picnic o relajarse en uno de los barrios más acomodados. Recomendable ir en la semana.
5) RUSSIAN AND NOB HILL
Este es el momento donde descubrirán las curvas intensas de San Francisco. Mansiones, familias adineradas y típica arquitectura residencial victoriana. ¿Alguna vez han escalado montañas? Bueno, pondrán a prueba su estado físico en plena ciudad. Respiren hondo, a subir, disfrutar de vistas increíbles y Welcome to the city! Por este distrito circulan las tres líneas de Cable Car.
6) LOMBARD STREET
La empinada y enroscada calle es un clásico. En la base, muchos turistas toman fotos y esperan el tranvía que asciende como en una montaña rusa y le da adrenalina a los pasajeros que gritan divertidos. Si bajan Lombard en auto, se sentirán una estrella de Hollywood. Aclaración: la vista es bonita, pero la verdadera se obtiene en altura. Búsquenla en internet.
7) TRANVÍAS
Las tres líneas del Cable Car hacen delirar a los turistas: California (la menos abarrotada), Powell-Mason y Powell-Hyde. Del siglo XIX. Conviene evitar horarios intermedios por las largas filas.
Los StreetCar (línea F) son un regreso a los años 50, con sus ventanas a rosca y cuerdas para detenerlos. Cuestan lo mismo que metro y autobuses (2,50 USD con la app y 2,75 al conductor, cash y exacto). Desde Castro District hasta Fisherman’s Wharf, pasando por Pier 33 (Alcatraz) y Pier 39.
8) CHINATOWN
El más famoso de los barrios chinos: entretenido, más limpio y caro que otros. Tiendas, restaurantes, templos, galletas de la fortuna (fotos, 0,50 USD) y mucha oferta de reflexología.
9) THE CASTRO
La cuestión es llegar al arcoíris, entonces se perciben la libertad, el orgullo y los derechos conseguidos a fuerza de dolor y convicción: mundo LGBT. Este distrito hizo historia y es el primer barrio oficialmente gay.
Si vieron Milk reconocerán algunas locaciones. El Street Car los trae desde Fisherman’s Wharf. Cobra vida al caer el sol; buenos bares, un teatro tradicional y un museo que explica el movimiento LGBT.
10) DOWNTOWN: STREET ART Y HOMELESS
En La Ciudad de la Niebla viven –formalmente– más de 10.000 homeless. Se concentran en el Downtown. Llegué a contar entre 20 y 70 por cuadra. La ciudad -que los ha incorporado con cierta indiferencia- recibe personas en situación de calle de todo el país, brinda asistencia, comida y albergues (claramente insuficientes) y aplica ley de transparencia.
¿Cuál es el mayor problema del Downtown?
Las drogas. El consumo es legal y abusivo. San Francisco entrega jeringas para evitar transmisión de enfermedades y luego se ocupa de recolectarlas. Las consecuencias avanzadas sobre los propios adictos son notorias. Como turistas –alojados en el downtown (es más económico)– no fue fácil adaptarnos ni sentirnos cómodos. Nos explicaron: «No pasa nada, los homeless sólo quieren dinero para drogas. Jamás tuvimos problemas, pero es más conveniente dejar el flaneur para otro barrio.
OPINIÓN
Se percibe una ciudad libre (a nadie le importa cómo te vistes, de dónde eres o con quién duermes), accesible para personas con movilidad reducida y con un micromundo en cada barrio. Disfruté de su costa, de la visita a Alcatraz y de viajar en StreetCar. Cruzar el Golden Gate Bridge de noche fue una experiencia inolvidable. Entender el duro contexto social me ocupó y preocupó por varios días.
A veces, saber adónde vamos –aunque nos encanten las sorpresas– ayuda a que los viajes se parezcan a lo que buscamos.
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Hermoso artículo e imágenes. Permite imaginar, casi conocer; percibir sensaciones, aromas, sonidos y climas.
Un blog de emociones! Felicitaciones.