Berlín es una ciudad atrapante, con un pasado doloroso y un presente experimental. Tras ser destruida en un 80 % en bombardeos y dividida en dos con un cuchillo, en muy pocos años y con voluntad férrea se alzó sobre sus cenizas y se levantó por completo. Hoy -austera y reflexiva sobre sus errores-, ofrece una gran variedad de atractivos culturales y naturales. Aquí una guía rápida para que disfruten.
En Berlín hay 12 distritos o Bezirke y cada uno se divide en barrios o Kieze. El centro histórico es el Mitte que se puede recorrer fácilmente a pie. El transporte público -tranvía (M), metro (U o U-Bahn) y bus- es muy bueno.
QUÉ HACER EN BERLÍN
REICHSTAG
PUERTA DE BRANDEBURGO
ISLA DE LOS MUSEOS (MUSEUMSINSEL)
Por Unter den Linden se llega a esta preciosa zona -una de las más lindas de Berlín- al borde del río Spree plagada de Museos. Si se planea conocer todos (en un día), lo mejor es el ticket diario (18 euros, individualmente cuestan entre 10 y 12). Las entradas reservadas en línea con hora fija evitan filas. De los 5 museos, destacamos dos.
EL PERGANONMUSEUM SE LLEVA EL PRIMER PUESTO POR SU MUESTRA SOBRE EL MUNDO ANTIGUO.
Hay que ver las monumentales puertas de Ischtar de la desparecida Babilonia y la del Mercado romano de Mileto. El Neues Museum se lleva el segundo, por el fantástico busto de la reina Nefertiti.
Después de un atracón cultural un poco de aire no viene mal: pasear en barco, caminar por los alrededores o seguir hacia Alexanderplatz son buenas opciones.
ALEXANDERPLATZ
No es la mejor parte de Berlín (muy fría, muy soviética), pero es un eje comercial importante y punto neurálgico para tomar transporte y hacer otros recorridos.
FRIEDRICHSTRASSE
Para acostumbrarse: ‘strasse o straße’ es ‘calle’. Perpendicular a Unter den Linden, por aquí se llega al CheckPoint Charlie (punto relacionado con la Guerra Fría) y se pasa por Gendarmenplatz, la que -dicen- es la plaza más bonita de Berlín, y por una costosa zona comercial (con mall incluido).
POTSDAMER PLATZ Y TIERGARTEN
Un poco de modernidad, un poco de parque. Si algo rescatamos de Alemania son sus áreas verdes, tiene unos parques urbanos maravillosos. El Tiergarten (Jardín de animales) es enorme, pero en una hora se lo rodea.
CHARLOTTENBURG
Charlottenburg, para más de dos días en Berlín y para los interesados en la época imperial. Este precioso palacio tiene unos jardines que enamoran (para saber más, tenemos un artículo sobre él).
HUELLAS DE LAS GUERRAS
La II Guerra Mundial y la Guerra Fría dejaron sus huellas en búnkers y campos de concentración (escapadas del día desde Berlín) y en los vestigios del funesto Muro.
Berlín Oriental (soviético) y Occidental (norteamericano) son claramente identificables en sus estilos arquitectónicos.
EAST SIDE GALLERY
Sobre la calle Mühlenstrasse, en el distrito Friedrischain, paralelo al Spree, corre el tramo conservado más largo del Muro.
Cruzando el río, se pasa a parte de lo que fuera Berlín Oeste.
KREUZBER, UN DISTRITO DE MODA CON FAMA DE ALTERNATIVO, ESTÁ REPLETO DE INMIGRANTES, TIENDAS VINTAGE Y STREET ART. HAY CIRCUITOS PARA BUSCAR SUS MURALES FAMOSOS.
BERLÍN ES UN EXPONENTE MUNDIAL DE ARTE URBANO.
Para conocer e imaginar la crueldad y el horror de vivir por décadas partidos al medio, un buen sitio es Gedenkstätte Berliner Mauer (monumento) con restos del muro original y de los túneles de escape.
De la época nazi no hay mucho a la vista, excepto museos y monumentos.
El Museo Judío -clásico y moderno- plantea las posibilidades que tenía un judío en Alemania hacia 1940 de manera diferente e interactiva. Cuesta 8 euros.
PRENZLAUER BERG
Para descansar de pasado, de historia y de cultura, Prenzlauer Berg es ideal. Este distrito residencial y familiar nos acerca a la vida local.
Sábados y domingos, se vuelve muy animado: parques, bares, cafeterías y restaurantes (especialidades: cocina vegana, asiática y de Europa del Este) se llenan de berlineses disfrutando la vida urbana y el tiempo libre.
OPINIÓN
√ Berlín nos fascinó, nos sorprendió todo lo no-turístico. Creemos que es allí donde hay que explorar: su cotideanidad, su manera de resolver el día a día y su compleja simpleza.
La conciencia de su pasado reciente hace que admiremos su presente.
Recomendamos elegir un poco de cada cosa: algo nuevo, algo viejo, un poco de aire libre, de cultura y de calle.